Susy + Aldo
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Por: Julia Astrid Enríquez
La fotografía de Bodas vive un constante cambio. Surgen nuevas tendencias, nuevos equipos y a la par de los nuevos retos de la fotografía digital, que es de fácil acceso con smart phones, los novios son ahora más exigentes con los profesionales de la lente.
Alguien dedicado y que ame su trabajo siempre ofrecerá más a sus clientes, no sólo técnicamente sino que captará momentos únicos con su particular manera de ver las cosas. Al fin y al cabo no existen mejores o peores fotógrafos, sino fotógrafos con estilos diferentes.
Entre las múltiples opciones que tienen ahora los novios al momento de elegir un fotógrafo, existen también sesiones que pueden enriquecer y contar de una manera más completa la historia de la pareja.
Una de estas sesiones es la PreBoda, también conocida como Engagement Session (E-Session). En esta lo que se busca es captar gestos, miradas, capturar imágenes que nos cuenten más sobre la pareja próxima a casarse, es una sesión de noviazgo rumbo al gran día.
Para esta sesión lo ideal es ir totalmente relajados porque para los novios será una oportunidad para conocer cómo trabaja el fotógrafo de bodas que les cubrirá todo el evento y también al fotógrafo le ayudará a entender más lo que quiere la pareja, ya sean imágenes más clásicas o espontáneas.
Usualmente en este tipo de sesión se tiende a posar lo menos posible para así captar la personalidad y el amor que se tienen los novios.
Si eres una novia próxima a casarte, pregúntanos por la sesión PreBoda, relájate, elige un lugar que signifique algo para ti y tu novio, vístanse como más les guste y atrévanse a hacer algo totalmente espontáneo y divertido. A través de estas imágenes revivirán para siempre lindos recuerdos de su noviazgo.
Por: Julia Astrid Enriquez
Trash the Dress es un estilo de fotografía de boda que contrasta con la elegancia del gran evento. Esta sesión es tomada en un ambiente totalmente ajeno al de la Boda, generalmente es provisto de un estilo más fashion y glamoroso y se lleva a cabo cuando los novios han vuelto de su luna de miel.
Para esta sesión la mayoría de las novias eligen la playa pero también puede realizarse en las calles de la ciudad, techos de casas, yunques, el campo o en edificios abandonados.
Esta tendencia la inició en 2001 el fotógrafo John Michael Cooper, sin embargo la idea de destruir el vestido de boda había sido usado de manera simbólica en 1998 cuando la protagonista de la telenovela Sunset Beach, corrió por la playa con su vestido de novia después que su boda fuera cancelada.
Hoy en día las novias se deciden a hacer un Trash the Dress porque el vestido no volverá a usarse y es una manera de festejar que el estrés alrededor de la Boda ya ha pasado, así que no importara ensuciarlo, mojarlo o en casos extremos, tirarlo o destruirlo.
Una sesión Trash the Dress es atrevida, es para novias audaces que buscan fotografías románticas, divertidas e incluso muy sensuales con sus parejas.
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